martes, 30 de abril de 2013
Oración por las Vocaciones Sacerdotales.
miércoles, 24 de abril de 2013
Señor, concédeme: Serenidad, Valor y Sabiduría.
jueves, 18 de abril de 2013
Pasos de la lectura orante del Evangelio.
Etiquetas:
Algo que decir,
Camino a la Reflexión,
Con el corazón mejor,
Cultivando valores,
El amigo que nunca falla,
El poder de la Oración
domingo, 7 de abril de 2013
Oración a Jesús de la Divina Misericordia por la patria. Venezuela.
Jesús Misericordiosísimo.
Te pido por la intercesión de Tus Santos y, especialmente,
por la intercesión de Tu Amadísima Madre,
que te crió desde la niñez,
te ruego bendigas a mi patria Venezuela
(decir el nombre de la patria que se desea encomendar).
Jesús, no mires nuestros pecados,
sino las lágrimas de los niños pequeños,
el hambre y el frío que sufren.
Jesús, en nombre de estos inocentes,
concédeme la gracia que te pido para mi patria Venezuela
(decir el nombre de la patria que se desea encomendar
y pedir la gracia que se desea obtener para la patria).
Amén.
En aquel instante vi al Señor Jesús con los ojos llenos de lágrimas y me dijo:
"Ves, hija mía, cuánta compasión les tengo;
debes saber que son ellos los que sostienen el mundo".
(Diario, 286).
Oración para alcanzar la Divina Misericordia para el mundo entero.
Oh, Dios de gran misericordia, Bondad infinita,
hoy toda la humanidad clama desde el abismo
de su miseria tu misericordia, y tu compasión,
oh, Dios, y grita con la potente voz de la miseria.
Oh, Dios, indulgente, no rechaces la oración
Oh, Dios, indulgente, no rechaces la oración
de los destarrados de esta tierra.
Oh, Señor, Bondad inconcebible que conoces
perfectamente nuestra miseria y sabes que
por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta ti,
te imploramos anticípanos tu gracia y multiplica
incesantemente tu misericordia en nosotros,
para que cumplamos fielmente tu santa voluntad
a lo largo de nuestras vidas y en la hora de la muerte.
Que la omnipotencia de tu misericordia nos proteja
de las flechas de los enemigos de nuestra salvación
para que con confianza, como tus hijos,
esperemos la última venida, ese día que conoces sólo tú.
Y, a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir
todo lo que Jesús nos ha permitido,
porque Jesús es nuestra esperanza;
a través de su Corazón misericordioso,
como a través de una puerta abierta,
entramos en el cielo. Amén.
(1570).
martes, 2 de abril de 2013
Un año para cultivar valores. Abril: Amor
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